domingo, 22 de octubre de 2017

Enferma en la misión...

La semana pasada fueron vacaciones en Primaria y no hubo clases, por lo que estaba emocionada porque iría al Jardín de Infancia a conocer el trabajo que hacen con los más pequeños, y disfrutar de ellos esos cinco días.
Pero estuve enferma con gastroenteritis y mis planes cambiaron, todo el día en casa y varios días en el hospital. 
A pesar de estar lejos de la familia, me sentí como en casa, ya que no me dejaron sola ni un segundo: Juani durmiendo como una reina en un sillón y transmitiendo a mi madre cada minuto, Gloria y Berta acompañándome en esas largas mañanas y tardes, y las visitas de las hermanas y algunos profesores que animaban y distraían con sus conversaciones, anécdotas, risas...



Aunque fueron unos días difíciles, el Señor me demostró que no me dejó sola, sino que me permitió sentir su amor a través de estas personas tan especiales, que se preocuparon por mí en todo momento y estaban pendientes de que mejorase, haciéndome sentir como en familia.
Y por fin mejoré y pude volver a casa, donde me siguieron mimando un poquito más.


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